miércoles, 14 de enero de 2015

Recomendada: El fulgor de la niebla


Más adelante voy a escribir un estudio más académico sobre esta obra, pero tengo la necesidad de recomendarla de manera urgente. Quiero hablar de esta novela, porque es una gran novela, porque estoy leyendo otra de un reconocido y popular escritor argentino que no le llega ni a los talones y no puedo creer que El fulgor de la niebla, como otras novelas de Daniel Teobaldi, no tenga el reconocimiento que merece. Tal vez sea por la humildad de este gran escritor. Cualidad que no sobra entre las letras.
Pensarán que no puedo ser objetiva por el cariño que le tengo a Daniel, pero sí que puedo. Porque lo considero un amigo y sé que a él, como a mí, nos gusta la honestidad. Y voy a ser honesta, porque sé que Daniel Teobaldi no tomaría a mal una crítica constructiva. Sin embargo no veo nada que valga la pena reconstruir. No puedo sacarme esa novela de la cabeza. Es una obra adictiva que cala hondo en la mente y el alma. Pensé que El final de la noche era genial (en mi blog pueden ver el estudio que hice sobre ella, muy académico), pero, definitivamente, El fulgor de la niebla es una maestría. Es una novela de tesis, en la que se puede observar con claridad, sin exceso de intelectualismo, las lecturas filosóficas y metafísicas que la motivan y atraviesan. La niebla toma presencia de ese olvido en el que algo resplandece, un recuerdo que no se deja ver, una realidad que ha de ser completada por lo imaginado mediante la acción de la memoria y los recuerdos prestados por los otros. Lo fantasmagórico invade sus páginas. La luz y la oscuridad se diluyen. Podría ser una novela fantástica, podría ser una novela psicológica y hasta una novela gótica. Es una obra dónde se observa cómo la realidad y la imaginación son lo mismo para la mente humana, y ambas son verdaderas.
No quiero caer en Spoiler Alert, así que, sobre el final, sólo diré que es absolutamente perfecto e inesperado. Muchas novelas modernas tienden a tener finales sosos, que no generan nada, pero Daniel Teobaldi se aleja de esto debido a que es un maravilloso cuentista y ha sabido dotar a sus novelas de este efecto final que logró en sus cuentos.
Siempre digo que las grandes obras literarias dejan más preguntas que respuestas, y El fulgor de la niebla llena al lector de interrogantes. La realidad es puesta en duda, la memoria es puesta en duda, el Yo es puesto en duda, el Otro es puesto en duda, el sentido de la vida es puesto en duda, la muerte es puesta en duda. La única verdad parece ser la vida como relato, un relato que merece ser contado.
Pero, a todo esto, ¿de qué se trata la novela? El protagonista tiene que narrar la vida de Riveri, un profesor universitario doctorado en física que se encuentra en el ocaso de sus días. Este personaje le resulta bastante agradable y posee muy buenas referencias de él a través de su padre, pero poco a poco comienza a descubrir la oscuridad que yace en la vida de todo ser humano. El encuentro con la oscuridad de Riveri lo confronta con su propia oscuridad. Es por eso que he leído la novela como una obra gótica, una gran obra gótica. Y he comprendido el motivo por el cual Daniel Teobaldi me ha guiado en mi carrera durante más de cinco años, a pesar de la oscuridad de mi mundo literario.
El fulgor de la niebla es una novela atrapante, llena de suspenso y muy elevada en su sentido filosófico. De más está hablar del impecable uso del lenguaje y la metáfora. Nunca tuve dudas del honor que significa que Daniel Teobaldi sea mi mentor, pero tras leer esta obra, me siento más que agradecida y espero llegar a estar a su altura.

No queda más decirles que abran las páginas sin temor. Que se dejen invadir por la niebla, por lo onírico y lo fantasmagórico. Tal vez la historia te arrastre a tu propia oscuridad, pero no desesperes, el mundo oculto no es tan malo como lo pintan.